Los Trastornos de Conducta Alimentaria: Anorexia y Bulimia

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En psiquiatría nos encontramos a menudo con lo que los profesionales denominamos Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA). Aunque existes varios trastornos dentro de este apartado, los más conocidos por la sociedad, además de los más comunes, son la anorexia y bulimia nerviosas. Se trata de patologías mucho más habituales en mujeres, que suelen presentar su inicio en los años de adolescencia o primeros años de la edad adulta.

La Anorexia Nerviosa consiste en una restricción de la ingesta calórica suficiente para mantener un peso dentro de la normalidad. Es decir, la anorexia cursa necesariamente con un peso bajo. Habitualmente, las pacientes que presentan este cuadro sufren un temor exagerado a la posibilidad de ganar peso, y acaban presentando una alteración de la forma en la que percibe su aspecto. Es decir, aunque una persona que padezca Anorexia Nerviosa presente un peso muy bajo, es más que probable que, al ponerse frente al espejo, la sensación que tenga sea bien distinta.

Para conseguir esa disminución de peso se pueden seguir dos vías:

  • Tipo restrictivo: no ingerir los alimentos suficientes para mantener un peso adecuado, sin la búsqueda en los últimos tres meses de medidas purgativas (vómito, laxantes, diuréticos, etc..)
  • Tipo atracones/purgas: en los últimos tres meses ha habido episodios de atracones seguidos por sensación de culpa y medidas purgativas.
  • A diferencia de la Anorexia Nerviosa, la Bulimia puede presentarse sin que sea precisa la existencia de un bajo peso. Es decir, una persona que padezca Bulimia Nerviosa puede presentar un peso dentro de la normalidad. Se trata de un trastorno definido por la existencia de atracones, de ingesta de alimento sin control, y habitualmente en cantidades abusivas, seguidos de sentimiento de culpa y medidas compensatorias: forzarse el vómito, usar laxantes, enemas, diuréticos…

    Los TCA son cuadros potencialmente muy graves, e incluso en algunos casos mortales. Habitualmente presentan otras patologías psiquiátricas adjuntas, como cuadros depresivos o rasgos patológicos de personalidad. En muchos casos se tiende a la cronicidad, en pacientes que consiguen mejorar lo suficiente como para mantener pesos adecuados y saludables, si bien su relación con los alimentos y la ingesta no termine de ser normal del todo.

    Dr. Alberto Ramos Caneda
    Especialista en Psiquiatría
    CliniqSantiago
    981 56 49 40
    alberto.ramos.psiquiatra@gmail.com

    *Si en algún momento consideráis oportuno hablar de algún tema en concreto, podéis hacer vuestra pregunta/sugerencia en los comentarios.

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