Uno de los mayores problemas con los que nos encontramos los psiquiatras es el abandono del tratamiento en pacientes que deberían continuar tomándolo durante un tiempo determinado. Aunque el ejemplo más habitual que se nos suele venir a la cabeza es el caso de las psicosis (principalmente Esquizofrenia), ya que a menudo niegan el hecho de padecer una enfermedad, no son solo este tipo de pacientes los que presentan una escasa adherencia.
Así, es habitual que personas que padecen episodios ansiosos, depresivos, fobias, etc… empiecen a abandonarlo antes de que sea prudente hacerlo, quizás por el hecho de que empiezan a encontrarse mejor y creen que ya no lo necesitan. Sería algo similar a lo que podría ocurrir en el caso de la toma de antibióticos, con el riesgo de que una sobreinfección (además resistente) pueda darse en el futuro.
Aunque los síntomas de mejoría empiecen a aparecer, o incluso parezcan consolidados, todo paciente debe consultarle a su especialista de referencia la posibilidad de abandonar el tratamiento pautado, si es el momento adecuado o cuál es la mejor forma de ir dejándolo.
En los casos de los pacientes crónicos, que tienen que tomar un tratamiento de forma indefinida, la mitad de ellos suelen incumplirlo, lo que complica mucho la evolución y el pronóstico de su enfermedad. Confíe en el criterio de su médico y déjese aconsejar.
Dr. Alberto Ramos Caneda
Especialista en Psiquiatría
CliniqSantiago
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alberto.ramos.psiquiatra@gmail.com
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