Muchas de las personas que sufren episodios depresivos ni tan siquiera son conscientes de ello. Eso puede deberse a múltiples factores, como no encontrar en el medio que nos rodea la comprensión necesaria, o asociar un episodio depresivo a una falta de fuerza de voluntad, como adelantábamos ayer. Es por eso que a menudo se retrasa mucho el inicio de contacto con el psiquiatra, tras varios meses de sufrimiento.
Además, asociamos la depresión a estar metido en cama, llorando durante horas, y pasamos por alto otros síntomas igual de preocupantes. Así, la apatía, la irritabilidad, la alteración del horario de sueño o el insomnio, un apetito alterado (por defecto o por exceso), el descenso de la líbido, la ansiedad… pueden ser, y son, signos de alerta ante los que uno debe consultar con un especialista.
Los episodios depresivos pueden tener como causa factores biológicos o ambientales:
- En cuanto a los factores biológicos, alteraciones en los receptores neuronales, y en consecuencia, de la concentración en sangre de neurotransmisores como la serotonina, la noradrenalina o la dopamina parecen estar detrás de la aparición de múltiples episodios depresivos. En este sentido, como en tantos otros, las investigaciones abren nuevas hipótesis de forma habitual. En la actualidad existen tratamientos que pueden contrarrestar estas alteraciones
- Entendemos por factores ambientales a los que rodean a cada persona (estrés, problemática laboral, de pareja, familiar, consumo de sustancias, etc…) y que, principalmente en personas con cierto riesgo biológico, favorecen el inicio de una depresión
Dr. Alberto Ramos Caneda
Especialista en PSIQUIATRÍA
CliniqSantiago
981 56 49 40
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